Publicación: Propia
Nuestro Socio Director escribe sobre el escenario que ha originado las acciones preferentes sobre la sociedad española.
En carne propia han tenido que comprobar los titulares de “participaciones preferentes” de las entidades hoy económicamente intervenidas, las consecuencias del desatino y de la negligencia –cuando no la mala fe- de sus gestores. Los mismos que en mala hora colocaron indolentes tan complejos productos financieros a jubilados, amas de casa y hasta a personas incapacitadas judicialmente. Muchos de aquellos agraciados ya saben en qué consiste ahora su preferencia: son los primeros para subvenir y solventar el descalabro de esas entidades mal gestionadas. Lo manda Europa y se acabó.
Mal empezamos si para estos casos es ya una de las partes la que auto-compone más que la otra y si de momento el resto del proceso sigue en la penumbra de algún ministerio. Eso en el mejor de los casos, porque a saber quién está diseñando la idea y con qué preferencias…
Sea cual sea el camino, no se olvide nadie de que, lo decida una Juez o un Árbitro, lo que nos ha dicho Europa es que allá ustedes se las compongan. Y ese ustedes va por los titulares de las Preferentes, no por las entidades que las colocaron, que legalmente seguirán siendo inocentes mientras que no se demuestre lo contrario; sea en un juicio o en un arbitraje. Para ello hará falta, pues, una sentencia o un laudo, pero también profesionales que defiendan a los perjudicados y no sólo al banco. No se les vaya a olvidar también este pequeño detalle a los que urden tan ecuánime sistema de resolución de conflictos como el que de momento se nos anuncia, pero al que todavía no le hemos visto el pelo.
Que nadie se lleve a engaño. En suelo patrio, pero bajo la presión de quien en realidad ahora nos manda desde fuera, tampoco se va a permitir con esto que se regale nada a nadie y ello mucho menos sin discusión. Es que no nos dejan, mire usted. Ese usted, víctima otrora de la preferencia de su entidad de toda la vida, va a seguir así sin ser preferente para nada, ni para nadie; mucho nos lo tememos. Ello por lo menos hasta que no tenga en sus manos una resolución firme que establezca verdaderamente su preferencia y le permita la recuperación de todo el dinero invertido.
Contáctenos para ampliar o resolver dudas
Desde el área de litigios y arbitraje nos encargamos de velar por la protección de sus intereses e inversiones como consumidos o usuario, y de la defensa letrada en procedimientos judiciales ante la Jurisdicción Civil y Penal.
Si quiere plantearnos alguna cuestión no dude en contactar con nosotros.
Pinche debajo para leer el artículo de forma íntegra.